Las que me seguís desde hace tiempo ya sabéis que soy
bimadre.
Desde hace algo más de 16 meses he superado con creces la media nacional en cuanto a número de hijos, (1,32 niño, o niños, o niño y algo...no sé cómo ponerlo...), y soy una feliz y ocupada
mamá de dos. Me encantaría tener más, (la niña, ya sabéis, jajaja), pero, de momento, y sin tentar mucho a la suerte, me quedo con mis dos remolinos.
Siempre he tenido claro que quería
tener más de un hijo, y tras mi experiencia como
bimamá, no me arrepiento de haberme lanzado a la piscina. Hay muchas razones por las que llenar tu casa de niños, y hoy os quiero contar algunas de las más importantes para mí.
1.
COMPARTIR. Seguro que es la primera palabra que os viene a la cabeza cuando os hablo de tener más de un hijo. Se comparte el espacio, las risas, los juguetes, el tiempo, y sobre todo el amor. Nosotros nos damos cuenta de que podemos
repartir todos nuestros sentimientos y ellos también. Y aunque se pelean mucho, también se besuquean, se abrazan, se parten de la risa, y se buscan constantemente.
2.
SE APROVECHA TODO LO DEL MAYOR, o casi todo. En mi caso los dos son niños y nacieron el mismo día, así que he aprovechado todo, todo y todo: ropa, complementos, sillitas, bañeras,...
3.
LA EXPERIENCIA ES UN GRADO. Con el primer hijo tienes un cuidado especial con todo, (esterilizas hasta el suelo por el que pisa), y te asaltan mil dudas diarias (comidas, sueño nocturno, si tiene frío, calor, dientes,...). Parece que todo va a ser eterno, que nunca vas a poder dormir de tirón, que tus hijos nunca van a dejar de gritar, ni se van a comer nunca un bocata...pero os aseguro que
todo llega y mucho más rápido de lo que deseamos. Con el segundo ya tienes
una experiencia y una sapiencia previa que evita esos agobios de los papás primerizos. Todo es mucho más natural y calmado.
4.
JUEGOS ENTRE HERMANOS. Es una de las ventajas que tiene el ser dos.
Se entretienen mucho juntos. Si no hay amiguitos en el parque enseguida se unen y hacen "pandi". Cuando ves como juegan entre ellos, como se ríen, y como
el pequeño imita al mayor, te das cuenta de lo bueno que ha sido tener otro hijo. ¡¡Se me cae la baba cuando los veo así!!
5.
AYUDA EXTRA. En mi caso la diferencia entre los dos es de cuatro años, y se nota.
El mayor ayuda bastante, (y otras veces "desayuda" no os penséis), a vigilar al pequeño, a recoger los juguetes, la ropa,... Y lo mejor de todo es que ambos están encantados con ser cuidador y cuidado por el otro hermano,
6.
TENER DE NUEVO UN BEBÉ. Cuando el mayor deja de ser un bebé, tener otro hijo es una forma de
revivir lo bonito que es el estar embarazada; las sensaciones de volver a tener un bebé en tus brazos; y el experimentar todas sus etapas. Volver a ver crecer en todos los aspectos a esa "
mini personita" que huele tan bien.
Hay muchísimas más razones para tener dos o más hijos, (fiscales, psicológicas, ...), pero yo os cuento las que considero más importante en este pequeño periodo de tiempo siendo mamá de dos.
Ser madre única es muy fácil. El reto es ser
bimadre o
trimadre.
Y las que tenéis más de tres para mi sois unas ¡¡
valientes supermadres!!
Así que si estáis dudando en ampliar la familia, yo os animo a ello. No os arrepentiréis.
Vuelvo la próxima semana con nuevos
tutoriales para los peques y otras novedades de Menudos Remolinos.
¡ Nos leemos y nos contamos ! Si queréis dejar
COMENTARIOS debajo del post, adelante!!